
Si bien íbamos a cazar conejos, alguno que otro confundió la modalidad de caza (y luego se ríen de cabecita...) con un volateo de perdiz ya que ante la situación de encontrarse que habían matado un conejo con enfermedad, tal fue la hazaña de lanzarlo al aire y dispararle una vez muerto, siendo esta una historia digna del gran cazador cabecita de correo soygabrielvivoenaguadulceviajoenautobus@yahoo.es (el que lea sabe a que me refiero). Aparte de esto, quizás alguno que otro pensó que los conejos acuden cuanto más ruido hay, ya que más de uno se lucía pegando voces cuando fallaba o mataba (en el menor de los casos) alguna pieza.
Bueno creo que ya he dejado tiempo suficiente para que os hagáis una imagen mental de cabecita y no os voy a hacer sufrir más. He aquí el gran cazador de cisnes, de buitres leonados, generoso siempre con sus animales (leer la tercera historia de cabecita) y demás historias que quedan por contar. Recopilando, las contadas hasta ahora son:
Otra historia pero no relacionada con la caza
Aquí con su trofeo: El gran cazador
Ah por cierto el resultado de unas 4 horas más o menos de caza, 9 cazadores (Cecilio, Juan, Juanti, Gran cazador, Primo Javi y acompañante, el hombre de las sandias y su hijo que no recuerdo su nombre, Andrés y Aibo), 4 perros y una fotógrafa fueron unas 40 piezas aproximadamente.
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