martes, 17 de abril de 2007

Tercera historia de caza de cabecita

Bueno la última entrega de la saga cabecita paso a contar. Hace bien poco sucedió. De nuevo un día de puesto y más o menos en el mismo lugar que las historias anteriores. ¿Qué sucedió esta vez?. Pues bien, comienza el puesto. La perdiz inspirada, no paraba. Reclamo, dar de pie...vamos un recital. Le llega la primera pieza. Cabecita apoya su zamarra contra su hombro y dispara. Zas, la perdiz levanta el vuelo. Bueno que le vamos hacer, otra vez será pensaba cabecita en ese instante. El caso es que al reclamo no le influyó, siguió con su recital. Otra pieza, cabecita coge su zamarra, apunta y pum la perdiz echa a volar. El gran cazador sabía que había desperdiciado una oportunidad única de demostrar su valía. El puesto acaba, cabecita se dispone a coger el reclamo pero algo le hace pensar. Como podría agradecerle a mi pájaro este gran puesto que me ha dado. Dirige su mirada al suelo, hierba verde. Y dice no hay problema, mi pájaro está recortado así que si le abro la jaula y lo dejo que coma un poco de hierba no se puede escapar. Bien, pues dicho y hecho. Jaula abierta y pájaro...si te he visto no me acuerdo, echó a volar como si le fuera la vida en aquello. Cabecita manos en la cabeza. Es más llegó al cortijo sin caza, pero además con la jaula vacía. Otra historia digna de mencionar del gran cazador.Si bien cabe decir que esta historia tampoco le quitó el apetito.

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