viernes, 17 de agosto de 2007

Cultura del slow-down (I)


Testimonio y reflexión.Ya voy para 18 años desde que ingresé en la Volvo, una empresa sueca. Trabajar con ellos es una convivencia muy interesante. Cualquier proyecto aquí demora dos años para concretarse, aunque la idea sea brillante y simple. Es una regla. Los procesos globalizados causan en nosotros (brasileños, argentinos, peruanos, venezolanos, mexicanos, australianos, asiáticos, etc.) una ansiedad generalizada en la búsqueda de resultados inmediatos. En consecuencia, nuestro sentido de la urgencia no surte efecto dentro de los plazos lentos de los suecos.

Los suecos debaten, debaten, realizan sin número de reuniones, ponderaciones, etc. Y trabajan con un esquema más bien "slowdown". Lo mejor es constatar que, al final, esto acaba siempre dando resultados en el tiempo de ellos (los suecos) ya que conjugando la madurez de la necesidad con la tecnología apropiada, es muy poco lo que se pierde por aquí en Suecia, lo resumo así:
1. Suecia es del tamaño del estado de San Pablo (Brasil).
2. Suecia tiene tan sólo 8’600,000 de habitantes.
3. La ciudad más grande, Estocolmo, tiene apenas 1, 800,000 habitantes.Compare con ciudades como Sao Paulo o Río de Janeiro, donde existen más de diez millones de habitantes; o Buenos Aires en Argentina, donde casi 10 millones de personas viven permanentemente, o Rosario, Argentina, con tresmillones).
4. Empresas de capital sueco: Volvo, Scania, Ericsson, Electrolux, ABB, Nobel, Biocare, etc. Nada mal, ¿no? Para tener una idea de la importancia de ellas basta mencionar que Volvo es la que fabrica los motores propulsores para los cohetes de la NASA. Por ahora, menciono especialmente que no conozco un pueblo, como pueblo mismo, que posea más cultura colectiva que los suecos. Voy a contarles una historia corta, sólo para darles una idea: La primera vez que fui para Suecia, en 1990, uno de mis colegas suecos me recogía del hotel todas las mañanas. Estábamos en el mes de septiembre, algo de frío y nevisca.

Llegábamos temprano a la Volvo y él estacionaba el auto muy lejos de la puerta de entrada (son 2000 empleados que van en automóvil a la empresa). El primer día no hice comentario alguno, tampoco el segundo, o el tercero. En los días siguientes, ya con un poco más de confianza, una mañana le pregunté a mi colega: ¿Tienen ustedes lugar fijo para estacionar aquí?, pues noté que llegamos temprano, con el estacionamiento vacío y dejaste el coche al final de todo..." Y él me respondió simplemente: "Es que como llegamos temprano tenemos tiempo para caminar, y quien llega más tarde, ya va a llegar retrasado y es mejor que encuentre lugar más cerca de la puerta. ¿No te parece?"Imaginen la cara que puse. Y con ello fue suficiente para que yo revisara en profundidad todos mis conceptos anteriores.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Realmente me sorprendió y me hizo reflexionar mucho la anècdota del estacionamiento.
Qué concepto! Qué forma de pensar !
Me deja sin palabras por unos minutos y sólo reflexión.
un saludo
Javier
javier.estefan@gmail.com